1. COMIENCE UNA LECCIÓN CON UN BREVE REPASO DE APRENDIZAJE PREVIO: LA REVISIÓN DIARIA PUEDE FORTALECER EL APRENDIZAJE PREVIO Y PUEDE CONDUCIR A UN RECUERDO FLUIDO.
LA INVESTIGACIÓN
La investigación al respecto deja claro que el repaso diario es una estrategia que aporta grandes beneficios al aprendizaje. Repasar fortalece las conexiones entre nuestros conocimientos previos y el material nuevo que se quiere dar, ayudándonos a recordar palabras, conceptos y procedimientos de manera automática, liberando mucho espacio en la memoria de trabajo y hacernos más eficaces a la hora de abordar la tarea práctica que estemos trabajando. No hay que olvidar que convertirnos en expertos requiere miles de horas de práctica y el repaso diario es un componente de esta práctica.
Pongámonos en una clase de matemáticas. Mediante un experimento, unos maestros estuvieron una media de 8 minutos repasando cada día lecciones de días anteriores. Durante este repaso se revisaban tareas, se repasaban los problemas donde habían errores y se practicaban conceptos y habilidades necesarios para que los alumnos los automatizaran. Como resultado, los estudiantes en estas aulas tuvieron mayores puntuaciones de logros que los estudiantes de otras aulas. La solución matemática de problemas también se mejora cuando las habilidades básicas (adición, multiplicación, etc.) son superadas y se vuelven automáticas, liberando así la capacidad de memoria de trabajo.
También en lengua podemos hacer práctica diaria del vocabulario aprendido para llegar a ver cada palabra practicada como una unidad (es decir, ver la palabra entera automáticamente en lugar de como letras individuales que tienen que sonar y ser mezcladas). Cuando los estudiantes ven las palabras como unidades, tienen más espacio disponible en su memoria de trabajo, y este espacio ahora puede ser usado para la comprensión.
EN EL AULA
Cosas que podemos hacer como maestros para repasar diariamente:
- Repasar los conceptos y habilidades que son necesarios para hacer los deberes.
-Hacer que los estudiantes corrijan las tareas de los demás.
-Una vez corregido, preguntar sobre los puntos en los que los estudiantes tuvieron dificultades o cometieron errores.
-Repasar los conocimientos y conceptos que sean relevantes para la lección de ese día. Algunos ejemplos incluyen la lectura de palabras a la vista (es decir, cualquier palabra que sea reconocida por un lector automáticamente), gramática, hechos matemáticos, cálculo matemático, factorización matemática y ecuaciones químicas.
-Preguntar a los estudiantes sobre los puntos donde tuvieron dificultades o cometieron errores.
-Repasar el material que necesite muchísimo aprendizaje (es decir, las habilidades recién adquiridas deben practicarse mucho más allá del punto de maestría inicial, lo que conduce al automatismo).
Al planificar el repaso, los maestros podrían considerar qué palabras, hechos matemáticos, procedimientos y conceptos deben ser automáticos y qué palabras, vocabulario o ideas necesitan ser revisadas antes de que comience la lección.