Llegar a los 100, aunque no se trate de años, es siempre motivo de celebración. Quería para esta entrada centenaria del blog alguna temática especial, algún motivo que pudiera resumir estos años de pasión y dedicación por conocer los entresijos de la educación informada en la investigación científica y lo que estos aprendizajes han significado para mi desempeño docente en el día a día del aula. Es por eso que, sin más, voy a desgranaros (vamos a ver si puedo y que no quede muy forzado) todo lo que he aprendido estos años, ya fuera por primera vez, ya sea porque lo intuía o practicaba y se ha visto ratificado, o porque creía en ello y se ha visto refutado. Sin seguir ningún orden preestablecido ni jerárquico, ésta es mi lista de las 99 cosas que aprendí gracias a todo este trabajo de estudio, traducción y difusión de lo que la ciencia (y/o mi experiencia) nos dice respecto del tema educativo:
En educación no hay fórmulas ni recetas mágicas.
No todo lo que aparece bajo el título de "innovación" es eficaz por el hecho de ser innovador.
No todo lo que se vende como innovación en la escuela es nuevo realmente.
No todo lo que lleva haciéndose toda la vida en la escuela es eficaz por el hecho de haberse hecho toda la vida.
Casi todo lo que hacemos en el aula "funciona". Eso sí, hay grados de eficacia en lo que hacemos.
En educación, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos (Efecto Eastwood).
Existe una brecha enorme entre la investigación científica y lo que nos llega a las aulas.
Lo eficaz, muchas veces, no es sexy y no se vende tan fácilmente (¡gracias, Fátima García Doval!).
La pedagogía sistémica tiene muchísimos puntos oscuros que la convierten en un movimiento peligroso que no debería estar en centros públicos ni auspiciarse desde las formaciones de profesorado públicas.
El método Doman es pseudociencia.
El Brain Gym es pseudociencia.
La teoría de que los humanos tenemos una predominancia hemisférica cerebral que marca nuestra manera de ser y aprender es pseudociencia.
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner no se sostiene a la luz de las evidencias, tanto psicológicas como educativas.
Adaptar la enseñanza a los estilos de aprendizaje del alumnado es una pérdida de tiempo y recursos.
Como docentes y adultos, sufrimos muchas veces de la llamada "ceguera del experto" y olvidamos muchos pasos intermedios (hoy automatizados en nuestra memoria a largo plazo) imprescindibles para que nuestro alumnado desarrolle su aprendizaje de manera eficaz.
Aprender motiva.
El pensamiento crítico no es una facultad general.
Para tener pensamiento crítico sobre algún tema, hay que saber cosas sobre ese tema.
Lo que enseñamos en clase no se termina con el examen final.
El método fonético de enseñanza de la lectura es la apuesta que debemos hacer con nuestro alumnado para que obtengan una buena conciencia fonológica.
No olvidamos todo lo que aprendemos en la escuela (de hecho, recordamos más de lo que creemos).
El silencio a la hora de hacer determinadas tareas en el aula, no solo es aconsejable, sino imprescindible para tener la atención puesta en la reflexión sobre el objeto de aprendizaje.
Dar una oportunidad (y dos, y tres...) en el aula para el trabajo colaborativo bien entendido, es una muy buena idea.
La comprensión lectora NO es un ejercicio de memoria.
Las lecturas dialógicas en clase son geniales.
Las flashcards son un recurso material espectacular.
La evocación y sus diversas técnicas no solo son imprescindibles para afianzar el aprendizaje en la memoria a largo plazo, sino que, además, suponen un buen momento de reflexión y diversión (por el reto propuesto, sin tensiones) para el alumnado.
La evocación es un ejercicio de metacognición poderosísimo.
La evocación les dice a los alumnos que lo que hicimos, hacemos y haremos en clase importa.
Cuando enfocamos las clases en el aprendizaje a largo plazo, desaparecen en buena medida las preocupaciones por "las notas del examen" (y éstas, a su vez, mejoran).
La memoria de trabajo de nuestro alumnado se sobrecarga con facilidad.
Trabajar estrategias de comprensión lectora es eficaz.
"The writing revolution" es un libro imprescindible para enseñar y aprender a redactar.
"¿Cómo aprendemos?" de Héctor Ruíz Martín, es el libro de lectura obligatoria para todo docente.
Daniel T. Willingham es un autor, psicológo cognitivo, de referencia. (Y no voy a caer en la comodidad de ir hilvanando autores, libros y webs, porque sería demasiado fácil llegar a los 99).
Las intervenciones para mejorar el habla de aquellos niños y niñas con dificultades en este campo, deben atacarse con estimulación temprana entre los 2 y 3 años. No nos sirve el "ya madurará", por el alto riesgo de que esto no pase y las consecuencias que acarrea.
La teoría de la carga cognitiva de John Sweller es una teoría del aprendizaje robusta que hay que tener siempre en cuenta.
Los docentes somos modelos no solo de conducta, sino de lectura, escritura, resolución de problemas...
Como mamíferos y seres sociales que somos, de la mejor manera en que aprendemos es los unos de los otros.
El aprendizaje por descubrimiento puro no es tan eficaz y puede llevarnos a sufrir el "Efecto Ikea" ante los malentendidos que los alumnos puedan ir formando en sus cabezas.
Hay que presentar a nuestros alumnos la nueva información en pequeños pasos.
Chequear la comprensión a medida que vamos avanzando hace visibles los esquemas de conocimiento que los alumnos van creando a su paso.
La práctica espaciada suaviza la curva del olvido.
La práctica entrelazada suaviza la curva del olvido.
La evocación suaviza la curva del olvido.
El andamiaje es un recurso metodológico importantísimo, sobre todo para nuestro alumnado con más dificultades.
Guardar como oro en paño todas aquellas redacciones, esquemas, ejercicios, proyectos, presentaciones de power point, dibujos, trabajos manuales, poemas (mejores y peores), siempre conservando el anonimato del alumnado, que juzguemos excelentes o ínfimos en calidad, para utilizarlos en años posteriores como ejemplos.
Los ejemplos resueltos liberan memoria de trabajo al centrarse en el proceso y no tanto en el resultado.
Los mapas conceptuales, esquemas, explicaciones orales...son formas de aprendizaje generativo eficaces.
Dedicar una hora semanal en clase de primaria a la evocación semanal y/ mensual de las diferentes materias es mano de santo.
Los principios de Rosenshine son un decálogo fabuloso de ingredientes para el aula.
El aprendizaje activo no tiene tanto que ver con lo que hace exteriormente, sino con lo que ocurre dentro del cerebro del estudiante.
Los principios de Rosenshine NO son una lista de chequeo para llevar a término en cada sesión y en cada materia.
La evaluación formativa es una de las claves para el aprendizaje.
Evaluar continuamente, con riesgo bajo o inexistente para el alumnado, es una medida para el aprendizaje altamente eficaz.
La instrucción directa es altamente eficaz, especialmente con el alumno más principiante o con más necesidades.
El trabajo por proyectos es altamente eficaz con alumnos universitarios. En cursos y etapas anteriores, puede ser un buen complemento para el aprendizaje, siempre que ese alumnado tenga conocimientos sobre el tema a trabajar.
Activar los conocimientos previos del alumnado es crucial para hacer las conexiones que se precisan para un buen aprendizaje.
Existe el Efecto Pigmalión: cree en tus alumnos para que mejoren. También existe el efecto Golem, que es justamente lo contrario.
Existe un efecto Galatea, superior incluso al Pigmalión: el sentido de autoeficacia que tiene un alumno/a consigo mismo.
No hay dietas especiales que mejoren el aprendizaje.
El azúcar no causa hiperactividad en los alumnos.
Repetir curso, en general, no solo es ineficaz, sino que muchas veces es contraproducente.
Un artículo de investigación imprescindible: POR QUÉ LA GUÍA MÍNIMA DURANTE LA INSTRUCCIÓN NO FUNCIONA de Paul A. Kirschner, John Sweller y Richard E. Clark. El mítico artículo de KIrschner y su equipo que pone del revés muchos mantras del constructivismo pedagógico.
Otro paper imprescindible sobre ABP: Un excepcional estudio de Marta Ferrero, Miguel Ángel Vadillo y Samuel Parra León sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos en Infantil y Primaria. ¿Hay suficientes evidencias de calidad para que su uso esté tan extendido? (No voy a abusar tampoco de papers, pero siguen y siguen...)
Para entender lo que se lee, se necesita conocimiento.
La práctica deliberada es una condición imprescindible para el buen aprendizaje.
Las escuelas Waldorf son peligrosas.
Para aprender, mejor subir escaleras que utilizar escaleras mecánicas.
Aprender es hacer cambios en la memoria a largo plazo.
Cuanto más tenemos en nuestra memoria a largo plazo, más resolutiva se vuelve nuestra memoria de trabajo.
Cierto tipo de decoración y cartelería en clase puede sobrecargar la memoria de trabajo de los estudiantes.
Ciertas presentaciones con elementos innecesarios (en power point, por ejemplo) pueden sobrecargar la memoria de trabajo de los estudiantes.
Aprender a leer NO es un aprendizaje natural.
Los conceptos abstractos se entienden comparando ejemplos concretos.
La memoria es el residuo del pensamiento. Para que esto llegue a ocurrir, debemos organizar las ideas en la lección para que los estudiantes las encuentren interesantes de entender y fáciles de recordar.
Hay que diseñar un curriculum que tenga en cuenta la memoria a largo plazo.
La formación docente (universitaria y contínua) debe acercar las prácticas basadas en evidencia al profesorado y relegar aquellas prácticas con nula o poca evidencia.
En educación es mejor estar a la penúltima que a la última (¡Gracias, Marta Ferrero!).
Twitter no es un buen lugar para discutir sobre nada, pero menos sobre educación.
Debería preocuparnos más como docentes usar tiempo para sacar cosas de la mente de nuestro alumnado que para metérselas.
No preguntar para dar la voz a los que alcen el brazo.
Una sesión no es prueba de aprendizaje.
Un examen no es prueba de aprendizaje.
Los esquemas de conocimiento del alumnado son invisibles a nuestros ojos y hay tantos de diferentes como número de alumnos dentro del aula. ¡Preguntar y chequear!
Hacer cuestionarios y tests frecuentes mejora la retención a largo plazo, identifica las brechas en el conocimiento, mejora la transferencia de conocimiento a nuevos contextos y alienta a los estudiantes a estudiar.
Cambiar de escuela perjudica el rendimiento de los estudiantes.
Cuanto más sepas, más fácil te resultará aprender cosas nuevas.
El "aprendizaje de hechos" no debe entenderse como "aprendizaje de memoria". Los hechos son útiles solo si están conectados significativamente con otros fragmentos de conocimiento.
Apuesto por profundizar en ciertos aprendizajes y sacrificar otros más superficiales. Menos temas, más profundización.
No hay competencia sin conocimientos de base con los que ser competente.
A leer se aprende leyendo...y viendo leer en casa y la escuela.
Tenemos que aumentar la cantidad de la práctica del alumnado.
Tenemos que aumentar la calidad de la práctica del alumnado.
Me gusta dar charlas sobre educación y compartir con compañeros y compañeras mi práctica y teoría docente.
Me falta tiempo para hacer más divulgación, pero siempre encuentro la manera de seguir y, en la medida de lo posible, escribir sobre mi profesión.
Hace tiempo que lo tengo claro, pero se sigue acrecentando con los años: Amo mi profesión.
He conocido a muy buena gente y hecho buenos amigos gracias a esto (¡y a pesar de Twitter!): Juan, Marta, Fátima, Héctor, Belinda, Manel, Antonio Iván, Ángel... mi admiración absoluta por vuestro trabajo y calidez humana.
Hasta aquí mi lista, escrita en directo, sin revisión, sin orden, a vuela pluma. Gracias a todos y a todas por seguir aquí ¿Vamos a por otras 99?
PD: No lo puedo resistir. ¿Una última?
100. Los maestros y maestras marcamos la diferencia en el aula.
Mis recuerdos y agradecimiento como alumno, siempre presentes, para Don Vicent y Don Alejandro, mis Maestros tutores en 5º y 7º de EGB respectivamente, que me hicieron amar este oficio.