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MANUAL WAGSTAFF PARA SOBREVIVIR AL PRINCIPIO DE CURSO

Quincy Adams Wagstaff nos da sus recomendaciones para sobrevivir a este principio de curso que comienza en breve. Háganos caso y siga a pie juntillas sus tips para sobrevivir a la experiencia.

Por Quincy Adams Wagstaff, catedrático honorífico de Lógica Difusa Aplicada a la Educación Ilusoria

Septiembre.
Los políticos reparten discursos como caramelos rancios, los equipos directivos fabrican PowerPoints que podrían matar de aburrimiento a un oso hibernando, y los claustros se convierten en maratones de frases huecas: “innovación”, “equidad”, “inclusión”.

El claustro de inicio de curso es la versión educativa de la mili: largo, absurdo y con disciplina marcial. Un ritual de iniciación que mezcla la solemnidad de una misa con la eficacia de un atasco en la M-30.

Dicen que es para “empezar con ilusión”, pero en realidad es para recordar quién manda, quién bosteza más disimuladamente y quién tiene el récord de mirar el reloj sin mover la cabeza.

Lo llaman reunión de inicio de curso, pero en realidad es una versión extendida de Los Juegos del Hambre.

Tip Wagstaff: lleva provisiones. Una barra energética, un sudoku oculto bajo la carpeta, y la habilidad de asentir con cara de experto cada vez que alguien diga “LOMLOE”.

El PowerPoint infinito

Siempre hay un PowerPoint. Siempre.
Noventa diapositivas, letra 10, gráficos que nadie entiende y colores dignos de una guardería.

El ponente cree que te informa; en realidad, está realizando un experimento de resistencia ocular: cuánto aguanta una córnea antes de derretirse.

Tip Wagstaff: aplaude cada vez que pase de diapositiva. Al menos introduces ritmo.

Mientras tanto, empieza la orgía de siglas:

PGA, PEC, PCC, PI, ACNEAE, LOMLOE…
Un festival de letras que ni un reggaetón podría rimar. En la jerga docente, cuanto más ilegible, más oficial.
La burocracia escolar tiene un objetivo claro: recordarte que la pedagogía importa menos que el color de la carpeta en la que archivas las actas.
El verdadero reto docente no es enseñar a leer, sino sobrevivir a la sopa de siglas sin caer en coma profundo.


Tip Wagstaff: inventa siglas falsas. Di en voz alta “Tenemos que incluir el PIM-PAM en la PGA”. Nadie se atreverá a preguntar qué es.

Los propósitos pedagógicos

Cada septiembre se proclaman frases épicas:

Traducción Wagstaff:

En septiembre también llegan los cursos de formación:

Tip Wagstaff: practica la respiración profunda mientras cuentas con actitud zen cuántas veces el ponente repite “transformador”.

La fauna del claustro

La biodiversidad docente es infinita.

Después de cuatro horas, alguien pronuncia la frase mágica: “Y no habiendo más asuntos…”.

Es la liberación, la rendición, la victoria pírrica. Sales a la calle tambaleándote, como si hubieras sobrevivido a un reality show educativo.

El reencuentro con las familias

Las tutorías iniciales son ese momento mágico en el que los padres llegan con dos certezas:

  1. Su hijo es un genio incomprendido.
  2. Tú eres el obstáculo que impide su ingreso en Harvard.

Tip Wagstaff: empieza la reunión diciendo “Estamos muy contentos con el potencial de su hijo”.

Todo lo demás es negociable.

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